domingo, 27 de diciembre de 2009
Inefable
Ideal, con tu plena y constante sonrisa,
representas en mi vida
un papel motivador
pues eres sin proponértelo
Amor ideal, inalcanzable, inefable.
Nunca consolidamos la entrega
y aún así, eres presencia vital
antes, ahora y en mi solitario devenir.
Te encuentro en el amanecer
en el sol poniente y en la noche íntima.
Te apareces repentinamente
en las imágenes cotidianas.
Me deslumbras en el agua,
reflejo de tu transparencia,
luz de espejo que sale de tus ojos
y penetra a los míos en catártica posesión.
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